viernes, 19 de junio de 2009

Las Señoritas de Rochefort. 4: La belleza de la imperfección

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(Entrevista imaginaria con Jonathan Rosenbaum a partir de Not the Same Old Song and Dance, su estudio sobre Las Señoritas de Rochefort en el libro Essential Cinema. Traducción y transposición por Pablot)

Prólogo. Parte 1. Parte 2 . Parte 3 . Parte 4


- Desde que la vi hace un año y medio en el cine y en copia impecable, se ha convertido en mi película favorita; y que no ha sido una pasión efímera se corrobora cada vez que vuelvo a verla. Conclusión: no puedo ser muy “objetivo” analizándola. ¿Las Señoritas de Rochefort es una obra maestra?

- Las obras maestras normalmente connotan perfección, pero podría argumentarse que algunas de las imperfecciones de Las Señoritas… realzan la totalidad de la experiencia al acercarla más a la vida, haciendo a los actores más vulnerables. (Otras imperfecciones, como los “chivos” de productos durante la climática feria – otro paralelo con Playtime, dado algunos carteles de neón – son simplemente recordatorios de las dificultades para hacer películas francesas de gran presupuesto). Darrieux, por ejemplo, es la única del elenco que escuchamos cantar con su propia voz, si bien el doblaje de los otros se lleva a cabo bien en general, con las voces que los doblan cuidadosamente coordinadas (incluyendo el francés de Gene Kelly). Más artificiales son las performances de Delphine y Solange en trompeta y flauta.


- Absolutamente adorables.
¡ Y esas miradas de ironía cómplice de Solange hacia nosotros cuando se sienta al piano y pareciera decirnos: “ojo, no se lo crean demasiado, sólo finjo que toco realmente" !
Puro y maravilloso metalenguaje.

- Ya me doy cuenta de que, tal como usted admitió, la objetividad no es lo suyo.
Pero déjeme decirle que, en relación a los planes originales de Demy para la película, es un milagro que haya resultado tan bien como resultó. Antes de seleccionar Rochefort como su locación él consideraba hacer Las Señoritas de Avignon, Las Señoritas de Hyeres, Las Señoritas de Toulouse y las Señoritas de La Rochelle, entre otras. Rochefort terminó ganando por el tamaño de su plaza central, a pesar de que el diseñador de producción Bernard Evein halló necesario repintar 40.000 metros cuadrados de fachadas de la ciudad (y a pesar de eso André Téchiné ha citado a la película como una de las mejores hechas alguna vez sobre esta parte de Francia).
Más improbable aun, Demy pensaba originalmente en reclutar a Brigitte Bardot y a Geradine Chaplin para hacer de las hermanas gemelas.

- ¿Encuentra ecos y motivos de obras anteriores de Demy en este film?


- Demy planeaba ampliar las referencias a Los Paraguas de Cherburgo contratando a Nino Castelnuovo, el héroe de esa película, como Bill. Castelnuovo no estaba disponible y entonces Demy tuvo que cambiar el guión.


Pero vale la pena señalar que la víctima – que no vemos – del asesino del hacha es Lola, la heroína del primer largo que realizó. Y hay muchas otras alusiones a sus films más tempranos.


De acuerdo al crítico Jean-Pierre Berthome, los tres finales sucesivos de Las Señoritas… replican los planos finales de Bahía de Ángeles, Los Paraguas de Cherburgo y Lola.
Ambas, Lola y Las Señoritas de Rochefort asocian a los americanos con convertibles blancos.


- Para terminar, ¿qué aportan Gene Kelly y los otros bailarines norteamericanos al sabor francés que destila Las Señoritas de Rochefort?

- Dado el extraordinario impulso que Kelly le da a la película, es apenas sorprendente que Demy lo quisiera a él desde el vamos, a pesar de que tuvo que esperarlo dos años debido a sus compromisos previos.
Realmente Kelly trae la clase de euforia sin límites que los musicales viven para producir, como lo hacen, aunque en menor medida, Chakiris y Dale, los otros dos bailarines americanos.
Es la combinación de ese espíritu con el alma del elenco francés lo que le da a Las Señoritas de Rochefort su sabor distintivo.
Como la pareja formada por Jean Seberg con Jean-Paul Belmondo en Sin Aliento de Godard, o la unión de una trama de David Goodis con la cara de Charles Aznavour en Disparen sobre el Pianista de Truffaut, esta combinación provee el tipo de combustión que potenció a la Nouvelle Vague francesa y reinventó la energía cinematográfica en los 60´s.
Godard y Truffaut pudieron haber regado sus raíces, pero fue Demy quien produjo este relativamente tardío florecimiento, combinando las virtudes del musical de Hollywood con el realismo poético francés para producir estos frescos, coloridos pétalos.

- Con todo respeto, Sr Rosenbaum, usted tampoco parece del todo objetivo. Y es una gran satisfacción para mí percibirlo tan seducido como yo por este regalo cinematográfico. Gracias.


Prólogo. Parte 1. Parte 2 . Parte 3 . Parte 4.
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1 comentario:

  1. Qué bueno Pablo que hayas fracasado en tu intento de justificar racionalmente lo injustificable de una pasión. Esto más el divertido diálogo que tuviste con el señor Rosenbaum harán que por todos los medios intente encontrar niñera para asistir el viernes a un encuentro que parece ser inolvidable.

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