miércoles, 10 de junio de 2009

Prólogo al desafío de traducir y transponer

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El asunto fue más o menos así. Tomado por Las Señoritas de Rochefort- ya aburro, ¿no? - intentaba una y otra vez destilar sus valores objetivos a partir de mi embelesamiento, justificar la pasión con una coartada racional, explicar el efecto de la droga por la acción sinérgica de sus componentes químicos. Menuda estupidez.
Hoy, luego de haberla vuelto a ver cuatro veces - solo, con Maré, con amigos - y de haber evangelizado inclusive a mi mamá, repensado parte del cine francés a la luz de su influjo y adoptada su música como banda de sonido de mi vida, sólo atino a dibujar un concepto indisociable de signos de admiración: "¡irrepetible!". O sea, mucho no logré avanzar en aquel proyecto de fundamentación neutral.

Sin embargo - parafraseando una vieja película de Richard Lester - algo gracioso ocurrió camino a Chicago. Hace unos meses mi esposa debió ir a esa ciudad por temas laborales y barajé mentalmente la posibilidad de que me trajera "de regalo" Essential Cinema, un libro del 2004 inexistente en Argentina y de momento sin traducción al español. Ni siquiera allí estaba muy disponible que digamos, pero el amor fue más fuerte y Maré volvió al hogar con ese pan bajo el brazo.


Escrito por Jonathan Rosenbaum, a la sazón crítico del Chicago Reader, cuya contundente demostracion de cómo la ideología de las fuerzas dominantes del mercado audiovisual conspira para limitar las películas que la gente puede ver - Movie Wars - ya había leído, defiende aquí, en esa misma línea y con fines educativos, la necesidad de pensar cánones; claro que unos alternativos a los de los ejecutivos publicitarios y los comentaristas mediáticos (que no críticos), generalmente armados de acuerdo a los rankings de los films en la taquilla.
Además, propone un canon personal abierto al cine de todos los países del mundo, con películas conocidas o acaso ignotas pero que en este momento - beneficio de la globalización tecnológica - están mucho más disponibles que décadas atrás para quienes deseen hallarlas.


Obra de casi 450 páginas que justifica todas sus inclusiones (de M a Rosetta, de Inteligencia Artificial a Kikujiro), y que no excluye la variable del gusto propio en un Apéndice con 1000 favoritas listadas por año (de 1895 al 2003), no pudo menos que emocionarme al incluir (¡sorpresa!):

- Una imagen de Las Señoritas de Rochefort compartiendo portada con las de Archangel de Maddin, La Ventana Indiscreta de Hitchcock y El Desprecio de Godard.

- Un asterisco que precede al título de Demy cuando Rosenbaum lista los 1000 favoritos personales, indicador de sus "100 films predilectos, una formación que [...] actualmente representa la crème de la crème" (Rosenbaum dixit, guarda).

Y...

- Un estudio de 7 páginas, Not the Same Old Song and Dance, que contextualiza y analiza Las Señoritas... desmenuzando tanto componentes (argumento, banda de sonido, puesta en escena, casting) como mixturas genéricas, cruces culturales Francia-Hollywood, y su "defamiliarización" de los típicos films musicales.
Este texto, pensé cuando lo leí por primera vez, me aportaba pistas para decodificar aquello que - tal como describí en los primeros párrafos - había estado intentando explicar por mis propios medios sin éxito: las claves de la magia, la fórmula del encanto del film que más amaba.

Y es verdad que la prosa de Rosenbaum ilumina muchos de sus aspectos pero, interesantemente, su búsqueda de fundamentaciones termina chocando, creo, con un muro infranqueable: su propia fascinación por Las Señoritas de Rochefort.
Conclusión 1: ¡Es que el todo es más que la suma de sus partes!
Conclusión 2: A Rosenbaum ya lo respetaba en lo intelectual...¡pero ahora lo quiero!

Bien, mi aporte al mundo: desde pasado mañana, día por medio, iré posteando en plan superproducción 4 notas consecutivas, resultado no sólo del desafío de traducir completo el lúcido Not the Same Old Song and Dance, sino de asumir otro aun mayor: su transposición a pieza conversacional, la entrevista imaginaria a Rosenbaum de un "periodista" muy poco objetivo.

Este acto de amor - acompañado por la sensación de emprendimiento absurdo - así, de prepo, estará inaugurando una mundialmente improbable Semana Internacional de Las Señoritas de Rochefort.


Parte 1. Parte 2 . Parte 3 . Parte 4
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