viernes, 25 de febrero de 2011

Ensaladita de Oscars

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El Discurso del rey es un telefilm formalmente chato perteneciente al supra género "al final el héroe lo logra", cuyo único fulgor es el duelo de dos grandes actores conscientes de su oportunidad. Por lo demás, su argumento es impecable: no ofende a nadie y refuerza la creencia en las instituciones, empezando por la monarquía, una familia como la nuestra...
La misma determinación para sobreponerse a su circunstancia, pero desde una actuación que no le debe nada a lo teatral, transmite el actor James Franco en la sustancialmente mejor 127 Horas.

La historia del trekker optimista cuya mano queda inmovilizada en la profundidad de una cadena rocosa no precisa, por otra parte, ser contada asimilándose a un hueco pétreo para ser claustrofóbica. Danny Boyle, en ese sentido, con su habitual concierto de planos rápidos o ralentizados te pasea por la flagelación en tiempo real, o por la más sofocante de las alucinaciones; y genera tal empatía hacia el flaco atrapado y "buena onda"que, de existir los productos ACME que el Coyote manejaba en escenarios similares, con gusto le hubiéramos arrimado alguno.
El cartelito anticlimático de "based on a true story", su inclusión para prestigiar lo que se cuenta, eso sí que degrada un poco el entusiasmo.

¡Pero no perdamos tiempo con él, que hay más brazos mutilados para este boletín! : la misma "marca del héroe" recordatoria de su aventura será la de la chiquita que contrata al alguacil viejo y tuerto para vengar el asesinato de su padre en Temple de acero, clasicismo prolijo pero sin chispa. Curiosamente el cinismo y el humor negro de los hermanos Coen, denostados por cierta crítica bajo la admonición-cliché de que "¡se ponen por encima de sus personajes para humillarlos!", aquí casi brilla por su ausencia (una pena), y provoca en algunos la lectura de que parecen estar madurando (una estupidez).

Y hablando de clichés, ¿qué tal el del boxeador puro de corazón que se sacrifica por su familia, en El Ganador? Familia disfuncional, barrio disfuncional y, lo comentábamos entre amigos, Christian Bale tuneado para ser John Turturro.
Nobleza obliga, sería injusto no mencionar como fortalezas desmarcatorias la inexistencia de primeros planos de golpes en cámara lenta o subjetivas de rostros a punto de recibirlos.

Tan "based on a true story" como la anterior pero trascendiendo su anécdota para pintar el pulso actual de los negocios y los (no) afectos: Red Social; y "based on a toy story" (perdón, perdón, el chiste venía servido), la filosófica Toy Story 3.
Ambas, junto a Lazos de sangre, unos escalones más abajo, las mejores del lote nominado.
Lazos... es un bosque nevado, un cuento de huerfanitos de Dickens cruzado con David Lynch y personajes alienados tomados de Deliverance (banjos incluídos). Cuenta lo que tiene para contar en forma seca y tajante y después termina.
El personaje protagónico, una chica dispuesta a no dejarse doblegar por lo inhóspito e inhospitalario con tal de preservar a sus hermanos de la catástrofe, está encarnado por Jennifer Lawrence, una actriz que no conocía y que me sorprendió. Su actuación contenida, en armonía con el tono del film, es de esas que la Academia jamás premia.

En general, la tendencia en Hollywood no es a reconocer actuaciones sino performances. Y el actor con más posibilidad de ser galardonado será quien más se haya flagelado para transformarse en un completo otro. La pirotecnia también en esto prima; y premia.
Incluso me da la impresión de que hay un remanente del puritanismo norteamericano en todo este asunto, y que muchas veces, mediado por el actor, se premia... al personaje, a su esfuerzo por superar circunstancias adversas o en compensación por haberlas padecido. En esta línea de pensamiento, el Oscar debería ir al rey Jorge VI por luchar patrióticamente contra su tartamudez (y lo recibiría en su nombre Colin Firth), o a Dickie Eklund, que se sobrepuso al crack para entrenar responsablemente a su hermano (y lo recibiría Christian Bale). En cuanto a las actrices (ay,ay,ay) ¿vieron cómo tuvo que "prepararse" Natalie Portman para El cisne negro? ¿no merece una satisfacción ante ese mix de angustia y ezquizofrenia?

El look de la última de Darren Aronofsky por momentos me recordaba el de algunos retratos plumíferos de nuestra Gaby Herbstein, no podía evitar pensarlo, así como muchas otras cosas más, puesto que la película transcurría y me era indiferente. Acaso por la indefinición genérica (me encantan las mezclas, pero aquí el psycho thriller y la danza nunca terminan de cuajar), o porque cuando se decanta por el terror lo hace con los recursos más berretas (¡otra vez una sombra que apenas se ve atraviesa el corredor e irrumpe un efecto sonoro!). Pero no, en realidad me hinchaba la expresión eternamente crispada de la Portman.

Lo que hubiera querido que fuera El cisne negro: menos cálculo y más Darío Argento, menos obviedad psicológica y más Suspiria.

De El Origen pueden leer dos notas que, a su manera, polemizan entre sí; y de Mi familia, sólo cabe comentarles que si yo fuera lesbiana y en pareja me indignaría bastante con este intento de encajarme en un modelo matrimonial hétero tan conservador (con un sometedor y un sometido) y vendérmelo como el más deseable.

Y habiendo compartido amablemente un paneo por las 10 que este año compiten por un nuevo empuje comercial, me pregunto, a modo de despedida: ¿cuántas películas sobre la rebelión del heróico pueblo egipcio-tunecino-argelino-jordano-bahreiní están pre-produciéndose right now, aderezadas con el drive argumental del norteamericano solidario atrapado en el infierno?
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5 comentarios:

  1. El fin de semana vi el Cisne Negro y me quedé dormido. No creo que vuelva por ella porque no me llamó la atención lo que ví. De ésta saga de los Oscar, también ví Mi Familia y difiero con la visión de la directora de la segunda mitad de la película. Primera mitad, muy bien, luego dirección moral equivocada. Lo que me gustaría destacar entre tanta marquesina de Peliculas y estatuillas relucientes de futuras premiaciones, es la existencia de un Filipino que no le importa nada y filma muy bien: Brillante Mendoza. "Serbis" es el ingreso a un universo familiar donde la excusa de un Cine condicionado nos permite acceder a un lugar de amores, traiciones, sexo pasajero, miserias, angustias, alegrias, homosexualidad, heterosexualidad. Interesantisimo. Se consigue en cualquier Emule o Torrent amigo. Y para finalizar, no se quien estará haciendo algo sobre la efervescencia de Medio Oriente, pero siempre hay alguno más osado. Hoy leí en el diario que el bueno de Lars Von Trier está filmando una "bella" película sobre el "fin del mundo". Vamos a ver con que golpe se sale ahora. Le habrá llegado el rumor que en el 2012 se acaba el mundo?

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  2. Pablis!!! hace mucho que no te escribo, pero sucumbí a la tentacion!!!!!, no vi ninguna de las pelis de las que hablas, solo compré el cisne( trucho y en la calle) y todavia no la ví!!, Por tu comentario y como sabras que trabaje con la Herbstein, no habré emplumado yo a Natalie como a un ave del paraiso y no lo recuerdo?

    Jajajajaj, besos

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  3. Total. El Cisne Negro por momentos quería ser de Argento. Pero terminó siendo un locaso lleno de efectos a lo XMEN, Una pavada... pero tiene momentos muy logrados, claro. La madre es muy lograda y muy Carrie. Me pasaba eso, esa película parece una fusión de muchas otras. La neura de Repulsión de Polanski con la madre de Carrie y los efectos de una plei sobre algún cómic, más un clima de terror tipo The Ring o Dark Water.
    Al natu.

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  4. Bruno:
    - Estoy durmiendo tan poco que si El Cisne Negro hubiera actuado como un valium o un alplax mucho se lo hubiera agradecido. Pero no fue así, maldición.

    - “Serbis” tiene lo suyo pero me quedo con “Goodbye Dragon Inn”, que es algo así como un réquiem de la sala de barrio proyectando pelis de kung fu para pocos espectadores mientras el deseo se cuela por los pasillos.

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  5. Casualmente acabo de dejar por la mitad al cisne gris por aburrida y eso que Aronofski me gusta, por más que haga sufrir a sus personajes.
    La de los Cohen la vimos juntos y es casi tan insulsa (aunque se deja ver) como la original hecha por John Wayne.
    Red Social me pareció sólo aceptables, son mucho más divertidos los nerds de The Big Bang Theory (y además son físicos) en tanto que, a contrapelo de todo el mundo, Toy Story 3 me pareció inferior a las 2 anteriores, aunque si la hubiese visto en 3D tal vez le hubiera dado unos puntos más; igualmente es la mejor del lote.
    En cuanto a "El Origen" ya hemos intercambiado ideas, pero de ahí a darle el Oscar (si el Oscar significara que fue la mejor película hecha en los USA en 2010) me parece demasiado.

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