viernes, 17 de julio de 2009

Skys, médicos voladores e integraciones difíciles

(DVD 1 del Pack Werner Herzog, Documentales y cortometrajes: La Cajita Feliz)
















Cada vez más alto, sin subestimar su propio miedo y sin el fin utilitario de convertirse en campeón, el escultor Steiner salta con su sky, vive suspendido en el aire segundos encantados, y es registrado en ralenti. Un cuerpo en soledad tan separado del mundo como Aguirre, pero menos dañino y a la conquista de algo inmaterial que sólo le compete a él.
(El gran éxtasis del escultor de madera Steiner - 1973)
















Tribus africanas acceden a la medicina occidental gracias al oficio de doctores y cirujanos que llegan con sus aviones privados desde Europa. Solidarios y un poco inconscientes, se los ve aterrizando en lugares sin pista, orgullosos del riesgo y acompañados por la cámara desde el asiento trasero. Se llaman a sí mismos "médicos voladores", y están prestos tanto a suturar, como a practicar cirugías ante el ataque de animales salvajes.

Hay un momento étnico de confrontación de culturas muy en la línea de la quince años posterior Where the green ants dream aquí, cuando se nos relata que por algún motivo inexplicable los guerreros de la tribu masai se niegan a atenderse en el consultorio ambulatorio por temor a unas escaleras de 5 peldaños. "Resulta extraño ver a estos hombres atléticos dar pasos tan inseguros", comenta Herzog con el aplomo sonoro tan característico de su voz.
(Los médicos voladores de África oriental - 1969)
















Tal vez muy fechado, este cuasi alegato contra la marginación de los discapacitados en la sociedad europea de los 6o´s - cuando todavía no estaba muy construido el edificio de lo "políticamente correcto" y se veía a la California estadounidense como avanzada de la integración -, contiene un insospechado subtexto que conecta en forma contundente con gran parte de la temática del aleman: la crítica a una comunidad que, orientada a resultados, sólo pretende integrar al distinto hacia esa meta. Imposible en este punto no recordar la empatía del director hacia Fitzcarraldo o, más acá, hacia el "grizzly man", pasionales emprendedores en pos de metas inútiles.

Una escena que bien podría figurar en alguna indie norteamericana de temática disfuncional (como las dirigidas por Harmony Corine, donde a veces actúa Herzog):
Cuatro adolescentes discapacitados y un poco slackers se plantean robar objetos en un almacén y filmar la acción, pero notan que si sustrajeran mercadería barata los dueños lo dejarían pasar misericordiosamente, afrontando un dilema moral sólo si sus ladrones dignos de compasión optaran por algo caro.
(Futuro limitado- 1971)
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