sábado, 2 de mayo de 2009

Contra el ingenio (3): A propósito de Lost y otras máquinas para dar vueltas de tuerca

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A Rocío.


Cuando tenemos un problema que no podemos resolver en forma sencilla, nos angustiamos, explotamos de impotencia o, pragmaticamente, lo pateamos para adelante y seguimos participando...


A esta altura del partido, con 3/4 partes de la 5ta temporada en el aire, no queda otra que rendirse ante la evidencia, ¡que astutos son los guionistas de Lost!: cada año logran reformular todo lo visto anteriormente introduciendo una nueva "cláusula" argumental que pone en una perspectiva distinta todo el conocimiento que manejábamos de esa adictiva enciclopedia de datos inútiles.
En fuga permanente hacia adelante, sin posibilidad real de cerrar la totalidad de las puertas que fueron dejando abiertas, lo más interesante termina resultando asistir al ingenio de los guionistas para continuar dándole vueltas al asunto, a la verdadera ecuación a resolver: cómo seguir estirando.
No voy a reseñar aquí la serie ni puntearla con exhaustividad, para eso cuentan ustedes con infinitos lugares en la web (desde muy cholulos a muy esclarecidos), y hasta pueden comprar libros llenos de pistas (contradictorias, por supuesto) destinadas a los watsons de este siglo.
En particular, me interesa ahondar en las claves metodológicas que utilizan productores y guionistas para conseguir semejante rango de alcance, a resumirse en una muy evidente: se apropian de todo.
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Multiétnica, multitarget y multigenérica, Lost estructura cada capítulo focalizando en uno de los personajes, al que "explica" por medio de flashbacks de pasado pre-isla, dotándolo de su correspondiente rosebud. Corrijo: "explicaba", porque el recurso, al igual que la adición de nuevos caracteres, se fue agotando hacia fines de la 3era temporada, obligando a nuevas tretas del guión, que resultaron...flashforwards post-isla sobre Kate, Jack, Hugo y algunos otros.

¿Y qué está pasando desde fines de la 4ta, cuando los saltos para atrás y para adelante se han ido burocratizando?
Pues el plan "C": planos temporales paralelos.
¡Si está clarísimo!, el presente de la acción en la isla es el pasado previo al accidente aéreo, y ahora ellos, nuestros héroes, son los "otros", trabajando felices para Dharma (esto incluye la recentísima superposición de un personaje con su doble: Miles se ve a sí mismo de bebé con el padre - factotum dharmático - que habrá de abandonarlo).


Poco antes, ya estaba pareciendo demasiado para la tolerancia del televidente promedio que la isla consiguiera moverse horizontalmente (de lugar) y verticalmente (de tiempo) a piacere. Entonces, probablemente presionados para una mayor inteligibilidad de los combos temporales, nuestros escritores bajaron su voltaje de ingenio y recurrieron a la ramplonería de anunciar cada desplazamiento espacio/tiempo con un gran estruendo, personajes tapándose los oídos y fundido a blanco de la imagen. Esta última berretada formal de la que no es posible vanagloriarse debía cesar, y cesó, previo trámite de justificación seudocientífica vía el autocentrado Faraday, a quien los guionistas suelen endilgarle la carga de un supuesto conocimiento (silencioso) que podría dar cuenta de muchos de los misterios.
(La próxima jugada ajedrecística debería ser eliminarlo y sepultar con él la necesidad de explicaciones. Bah, es un decir, porque si en la coctelera espacio/tiempo vale todo, con la muerte aquí ocurre lo mismo: si alguien muere no hay garantía de que no reaparezca; ahí lo tienen a Locke, asesinado pero circulando).


Y la numerología, los osos polares, la escotilla (por favor, qué habilidad para alargar lo de la escotilla), el humo (que ahora viene a corporizar la culpa de Ben por la muerte de su hija: sí, también la serie engulle vulgata psicológicista), todos motivos que reaparecen para generar la ilusión de esclarecimiento cuando, en realidad, sólo refuerzan la ilusión de coherencia.

Les aclaro que no tengo nada contra las historias que no "cierran", ni problemas con las obras sin centro gravitacional y armadas a base de disgresiones narrativas; hay mucho disfrute que brinda el cine contemporáneo con eso. Dos ejemplos al azar podrían ser Historias Extraordinarias de Mariano Llinás y A Cock and Bull Story de Michael Winterbottom; éste último un caso interesantísimo, porque el director parte de la novela del SXVIII Tristram Shandy de Laurence Sterne, considerada extravagante y moderna para su época (cuyo narrador intenta contar su biografía pero se pierde en meandros contextuales y anecdótico-picarescos que prácticamente anulan el avance de la trama), y logra transpolar ese espíritu juguetón a una película posmoderna (pero no cool a lo Tarantino).


El problema es que a nadie le gusta que lo estafen, y si la serie - y su publicista creador J.J. Abrams - promete develar todos los misterios mientras nos propone que juguemos a ser detectives, debe cumplir.
No vale seguir enterrándonos en abrumadores sistemas de citas para autolegitimarse - los nombres de los protagonistas llevan a filósofos, los libros que leen sugieren claves K. Dick, Bioy, Castaneda -, ni cerrar un interrogante para abrir tres.
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Pero esto es soplar en el viento, el marketing manda; y si las mediciones registran que el público femenino desplazó a Jack por Sawyer en sus suspiros pues, guionistas: a reacomodar la trama para que aparezca más (y cuanto menos vestido mejor), encuentren coartadas.
Ese es el paradigma con el cual la máquina funciona, y si eventualmente, el rating baja, teniendo en cuenta que el negocio ya rindió beneficios comerciales, siempre quedará el rédito cultural de "serie de culto".

24, por mencionar otro smash hit, apela basicamente a dos recursos que le rinden: a la adrenalina para tapar la inverosimilitud, y a la rotación de valores como fórmula para simular originalidades (un presidente es ético en una temporada y otro es villano en la siguiente, un colega de Bauer es virtuoso en una y se transforma en criminal en la siguiente, la amenaza llega de afuera en tal temporada y al año llega de adentro, etc).

Y podríamos continuar hasta el infinito, porque las vueltas de tuerca no se limitan a lo argumental, ni a las series de televisión que se bajan de Internet; vean cómo la industria fagocita a un reconocido auteur cinematográfico para volverlo digerible:

¿Hay expectativa razonable de que, a esta altura, Tim Burton, genere algo como Ed Wood o como El Joven Manos de Tijera?. No, porque Burton ahora es una marca que "vende" productos fílmicos sin alma pero repletos de producción brillosa, condenado a filmar estereotipos emo-góticos o pesadillas infantiles de diseño, destinado not happily ever after a ser un ilustrador de cuentos (era fija que el proyecto Alicia en el País de las Maravillas le iba a caer a él).

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Volviendo a la serie que nos ocupa, mal que nos pese, en casa la consumimos.
Con mi hija, capítulo a capítulo vamos discurriendo acerca de las vicisitudes de los verdaderos protagonistas, que no son otros que unos guionistas tratando de salir indemnes de sus trampas.
Una instalación en donde se exponen mecanismos. No hay mucho más.

Distintas aristas para una misma estrategia de segmentación del consumo cultural masivo: para algunos Tinelli, para otros Lost.
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9 comentarios:

  1. Me equivoqué de post, por eso repito:

    La pregunta sería entonces: ¿Pero estás en contra del ingenio o en contra de los guiones que evolucionan de acuerdo al marketing?
    Luego de leer el primero de estos posts recuerdo que pensé si, por ejemplo, Borges estaría incluido entre los autores que apelan al intelecto y al ingenio y si sus cuentos se afiliarían al carácter de artificio, por contraposición al arte, de acuerdo a la premisa que nos planteabas.
    En el segundo post nos hablabas de una serie de películas ingeniosas, todas las cuales o bien me gustaron cuando las vi o bien me dieron ganas de verlas. Y de nuevo no entendí que criticabas, si la acumulación de fórmulas (que en mi opinión es la antítesis de lo ingenioso), o las vueltas de tuerca sin Contenido. Conociendo cuanto te gustan, me pregunté entonces que otra cosa es una película de David Mamet sino un ejercicio de ingenio.
    Ahora que hablás de Lost veo un poco mejor a donde apuntás, pero justamente Lost nació y fue concebida como un producto de marketing puro, con un abanico de personajes cuyo principal objetivo era, al arrancar la serie, involucrar a la mayor cantidad de espectadores posibles para ir introduciendo tentáculos y buceando en sus gustos a fin de ajustar el producto. Lo interesante fue como a partir de un planteo tan mezquino, en lugar de obtener un Showmatch del Primer Mundo, a saber: bajemos el nivel intelectual para no dejar a nadie afuera y rellenémoslo con espejitos de colores (o concursos, peleas, culos, tetas y calzoncillos abultados), en lugar de eso, deciden armar una historia compleja y entretenida con la que, mal que nos pese, nos tienen enganchados hace ya 5 años. Comparto un cierto sinsabor ante la forma de resolver (o de no resolver) ciertos interrogantes planteados, pero eso es fruto de la falta de ingenio y no su culpa.

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  2. Rody:
    En principio, gracias por el super comment, altamente nutritivo e incentivador para pensar (o repensar) algunos ítems.
    Permitime primero dar un rodeo. Charlando con Maré sobre cómo la realidad reencuadra la ficción, recordábamos el capítulo de 24 en el que un virus desperdigado por la ciudad generaba pánico y cuarentena en un hotel, y lo ligamos a estos días de gripes mundiales inverosímiles. Seguidamente, leímos en Página 12 una nota de Sandra Russo donde sospechaba la posibilidad de que esta peste haya sido diseñada por algo así como neoliberales necesitados de desenfocar la atención del colapso económico que provocaron, obligándonos a un individualismo desconfiado extremo.
    Como estamos en una época muuuuy paranóica, en la cual todo puede ser o pasar, el periodismo se dedica a este tipo de hipótesis sin molestarse en probarlas, porque el lector compra o no la versión si se siente cerca ideológicamente de quien escribe. Por lo demás, no se les puede negar ingenio ni capacidad para combinar piezas e inquietar ni a la prensa ni a las series. Y ambas te entre-tienen (entre la casa y el trabajo).

    (Este comment continuará, manténgase en el dial)

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  3. Sigo, Rody.

    "La pregunta sería entonces: ¿Pero estás en contra del ingenio o en contra de los guiones que evolucionan de acuerdo al marketing?"

    Es que me parece que el ingenio creativo YA es una cuestión de marketing, diseño de acuerdo a la tendencia y gustos del mercado, acomodaticio.

    "Luego de leer el primero de estos posts recuerdo que pensé si, por ejemplo, Borges estaría incluido entre los autores que apelan al intelecto y al ingenio y si sus cuentos se afiliarían al carácter de artificio, por contraposición al arte, de acuerdo a la premisa que nos planteabas."

    Que Borges apela al intelecto (y a un lector inteligente) no me cabe duda; lo que sí dudo es que se haya propuesto ser ingenioso para armar un producto "vendible". Simplificando groseramente, creo que construye artificios -palabra no peyorativa- muy sólidos que nos llevan a otros mundos, con múltiples entradas y posibilidades.

    "En el segundo post nos hablabas de una serie de películas ingeniosas, todas las cuales o bien me gustaron cuando las vi o bien me dieron ganas de verlas. Y de nuevo no entendí que criticabas, si la acumulación de fórmulas (que en mi opinión es la antítesis de lo ingenioso), o las vueltas de tuerca sin Contenido."

    Acá debo recurrir a una prueba empírica: si te comés una aceituna y escupís el carozo vas a poder recordar su sabor, pero no comerla de nuevo. ¿Quieres Ser John Malkovich?, por ejemplo, me sorprendió en su momento - como me agarró el primer flash forward de Lost-, pero cuando la enganché otro día en el cable, me aburrió porque percibí que, superada la sorpresa, existía un carozo. (Esta metáfora sí que no es digna de Borges).
    Y discrepo con tu afirmación de que la acumulación de fórmulas son la antítesis del ingenio, o mejor pondría un matiz: hay fórmulas
    ingeniosas (las extraíbles en los guiones de Kaufman) y otro tipo de fórmulas ingeniosas (aquellas que ha manejado Sofovich y que le han dado eterna presencia en la tv argentina).

    "Conociendo cuanto te gustan, me pregunté entonces que otra cosa es una película de David Mamet sino un ejercicio de ingenio."

    Lejos de mí postular otra cosa que mi opinión, pero (en mi sistema de valores) considero a David Mamet un gran artista. El tipo es un gran hacedor de personajes complejísimos, tiene temas y motivos propios que plantean maneras de pensar la realidad no solamente para pasar el rato. La complejidad social de "Glengarry Glenn Rose", el estatuto de la verdad en "El Honor de los Winslow" o en "Oleanna". Además - viene del teatro - suele darle a cada personaje un habla particular que lo define. Eso sí, no siempre lo que hace está en el mismo nivel.
    Obvio que Mamet amerita (Baltar) un post, pero el tiempo es tirano(de Bergerac).

    "Ahora que hablás de Lost veo un poco mejor a donde apuntás, pero justamente Lost nació y fue concebida como un producto de marketing puro, con un abanico de personajes cuyo principal objetivo era, al arrancar la serie, involucrar a la mayor cantidad de espectadores posibles para ir introduciendo tentáculos y buceando en sus gustos a fin de ajustar el producto."

    Acuerdo 100%

    "Lo interesante fue como a partir de un planteo tan mezquino, en lugar de obtener un Showmatch del Primer Mundo, a saber: bajemos el nivel intelectual para no dejar a nadie afuera y rellenémoslo con espejitos de colores (o concursos, peleas, culos, tetas y calzoncillos abultados),(...)"

    Es otro tipo de espejito de colores para otro tipo de consumidor; además, coexiste con algunos realities y programas yanquis frente a los que Showmatch luce como una producción de Canal A.


    "(...)en lugar de eso, deciden armar una historia compleja y entretenida con la que, mal que nos pese, nos tienen enganchados hace ya 5 años."

    Más bardera que compleja.
    Mal que nos pese, nos convierte en perros de Pavlov.
    ¡Cuanto más prefiero - hay que retomarla, por Dios - la libertad multicapa (¿?) e inteligente de "The Wire", y la posibilidad que te brinda no sólo de entretenerte sino de entrarle por analogía a la manera en que se entreteje nuestra trama social!

    "Comparto un cierto sinsabor ante la forma de resolver (o de no resolver) ciertos interrogantes planteados, pero eso es fruto de la falta de ingenio y no su culpa."

    Tenés razón, con sólo apelar a la realidad podrían resolver el entuerto.
    Acá va una idea gratis: Dharma había diseñado una manera de anular la vivencia de pasado presente y futuro, pero el experimento, además de no entenderse, tuvo consecuencias impensadas tales como la gripe porcina.
    (No estoy poniéndome sarcástico, tengo sueño y quería finalizar esto con una nota de humor).

    Abrazo.

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  4. Me gustó mucho la nota, así como el comentario de Rody. Lamentablemente no puedo involucrarme demasiado en el debate porque no veo Lost ni 24... de Lost vi el primer capítulo y ni bien percibí el tufillo a "ingenio" me escapé... antes de quedar atrapado.
    Martin Inkinpot

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  5. A ver muchachos: al "ingenio" podemos agregarle un poco de sabiduría. Buscando en la red encontré referencias a un autor, el filósofo José Antonio Marina, que escribió un libro llamdo "Elogio y refutación del ingenio" con el que ganó el premio Anagrama de Ensayo, 1992.

    Marina define al ingenio de esta forma:

    “Ingenio es el proyecto que elabora la inteligencia para vivir jugando. Su meta es conseguir una libertad desligada, a salvo de la veneración y la norma. Su método, la devaluación generalizada de la realidad”

    Y aporta un interesante ejemplo:
    "La aparición de lo irreal televisivo ha sido una revolución psicológica. Proporciona una información verdadera, tal vez en tiempo real, perceptiva y, sin embargo, fundamentalmente desrealizada. Esta fisura entre percepción y realidad nunca había existido. La televisión nos libera de la existencia de lo real, sin anular lo real por completo. Al aligerarlo, me permite que utilice lo real para divertirme y cumple así la gran aspiración del ingenio. Cuando en la pantalla veo volar un halcón, asisto a un fenómeno sin precedentes. Nadie había podido ver con tal precisión el vuelo de un ave, nada se escapa a mi mirada y hasta el estremecimiento del plumón contra el viento, o el movimiento de las plumas remeras con que se inicia el giro, son captados por cámaras de alta velocidad. Es un espectáculo fascinante que se convierte, sin embargo, en problema si me libro de su hechizo y me pregunto: ¿qué estoy viendo? Parece evidente que veo el vuelo de un halcón, pero lo que veo en realidad es sólo la imagen-del-vuelo-de-un-halcón-que-aparece-en-la-superficie-de-un-aparato-situado-en-la-habitación-donde-sentado-en-un-sillón-estoy-yo. El halcón no está rodeado por el bravío aire de la sierra, sino por el aire acondicionado. Ahora bien, lo que veo no es falso. Toda la información que he recibido es verdadera: así es como vuelan los halcones. [...] La información que extraigo de la imagen es verdadera, real, instructiva. La percepción mantiene su energía evidenciadora y, no obstante, el objeto dado en esa presencia tan fiable no existe en este momento: no me opone resistencia. He subido a una montaña irreal que no me ha exigido esfuerzo; oigo el viento que eriza las cárcavas, pero no siento su furia; he embutido un trozo de cielo y un ave rapaz en mi cuarto, y al mantener tan solo las propiedades de lo real que puedo integrar en un juego, he efectuado una devaluación cómoda, práctica, divertida, soft, y he disfrutado con el resultado. Esta irrealidad de nuevo cuño desactiva lo doloroso al convertirlo en espectáculo, es decir, en verdad desrealizada. Produce un placer distinto al de la mera fantasía. El hilo que mantiene con la realidad le da picante y un toque morboso. [...] El espectador quiere mantenerse en contacto con una realidad que divierta y emocione con levedad, sin abrumar, y confía para ello en los profesionales de la diversión.

    La crítica publicada sobre el libro en el sitio "My Sofa- Ocio y cultura", nos dice que: "para el autor, el ingenio es esencialmente un proyecto de inteligencia para vivir jugando, libre y desvinculada, a salvo de la lógica, la moral y la realidad. Quiere zafarse de la seriedad, para lo cual convierte en juguete cuanto la rodea. Por ejemplo, el lenguaje. Los juegos de palabras son un divertido ejemplo de ésta "juguetización" generalizada".

    Ahora bien, desde este punto de vista podríamos pensar que tanto Lost como Show Match son expresiones de ingenio, no? Aplican perfectamente a la definición...
    Y sin embargo... algo no cierra.
    ¿Será que estamos confundiendo ingenio con inteligencia? ¿Y no será que lo que para algunos es ingenioso para otros es un simple juego estrambótico de palabras o imágenes que quiere aparentar cierta inteligencia?

    Y otra cosa más: ¿cuál es la visión del ingenioso acerca de sus oyentes, televidentes, cinevidentes (¿existe esta palabra?). Por ejemplo, ¿cuál es el supuesto seguidor de Tinelli y cuál el de Lost? ¿Uno supone más inteligencia que el otro o los dos suponen un "débil mental" capaz de tragarse cualquier cosa?
    En últimas se trata de responder esta pregunta:
    Y vos, ¿de qué lado estás, chabón?

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  6. Reformulo algo ya esbozado en esta serie de posts.
    El ingenio produce el efecto de sorprendernos, maravillarnos, atraernos; y creo que una explicación posible es que el ingenioso entiende de mecanismos y sabe cómo combinarlos para...(llenen la línea de puntos, pero van ejemplos): zafar de la crisis, crear productos atractivos o percibidos como imprescindibles, repetirse ad eternum pero ocultando hábilmente que hay gato por liebre. La especulación bajo el marketing lustroso tiene cara de "inteligencia comercial".

    Fíjense qué interesante, el programa de Tinelli - que es Showmatch o Videomatch, pero lo reconocemos como "tinelli", siendo el objeto encandilante un mero artilugio para reforzar la "marca" del hacedor - es el epítome de todo esto en tanto que, lo quieras o no, en muchísimos ámbitos quien no vió "lo que pasó en el programa de anoche" se queda afuera de la charlita mañanera; y lo ingenioso es que vende siempre lo mismo bajo un ropaje que "da" novedoso o - ¡increíble! - espontáneo y no guionado(en un baile, pelea,expulsión, jodita o en lo que mierda sea).
    Pero ojo Maré, el supuesto seguidor no es ningún "débil mental", ni el que se abstrae de su imán parte de alguna "casta de iluminados", el tema es complejo y meterme en meandros sociológicos me excede - al menos ahora - y, además, preferiría no hacerlo (Bartleby siempre a mano). Simplemente dejame encajar aquí la incomodidad de imaginar que con el tiempo a lo mejor el producto se termina posicionando como cool o vintage para unos pocos (el olfato de Tinelli sabría seguramente como orientar las velas del buque).

    En cuanto a la definición del filósofo José Antonio Marina

    “Ingenio es el proyecto que elabora la inteligencia para vivir jugando.
    Su meta es conseguir una libertad desligada, a salvo de la veneración y la norma. Su método, la devaluación generalizada de la realidad”

    nótese que interesante podría resultar repensar todo a partir de la sencilla sustitución de la primera frase del párrafo por ésta otra:

    “Las drogas duras permiten vivir jugando.
    Su meta es conseguir una libertad desligada, a salvo de la veneración y la norma. Su método, la devaluación generalizada de la realidad”

    Seguimos sumando confusión.
    Hoy, desde Entre Ríos.

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  7. Ja, ja, ya llegará el tiempo en que el programa de Tinelli sea recordado como una reliquia kitch y forme parte de esos libros intelectualosos que citan ejemplos pomposos de teorías inventadas (ingeniosas!).Seguimos...

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  8. Qué debate! impresionante. Me gusta mucho la idea de escribir "contra el ingenio". Cierto que no se trata solamente de entretenimiento pensado para funcionar genial en un plan de adolescentes en trips marihuaneros, pero algo así parece.
    En mi caso, LOST me parece tediosa y aburrida. No me generó intriga ni misterio, solamente es lindo el protagonista. Pero me aburre eso también, es una belleza aburrida. Prefiero derretirme frente a la visión de Kyle MacLachlan cuando hacía de Dale Cooper. Es que yo soy nostálgico, eso me limita al momento de conocer cosas nuevas. Todavía escucho a Duran Duran... Y bue. Al final, siempre termino hablando de chongos.

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  9. Apuesto, Seba, a que por más de una razón preferís la maddiniana isla de "Sissy Boy Slap Party".

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