miércoles, 3 de marzo de 2010

La balada del mar mediático

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Independientemente de la estima que se les pueda tener a los Kirchner y a su construcción del bando enemigo, no es posible dudar de una verdad a todas luces visible: el menú del día está guionado por el Grupo Clarín.
Así, "la gente" (esa entelequia utilizada por el multimedios para imponer su decir como universal y necesario para todo el mundo), ha naturalizado el hábito de ser hablada por otros mientras emite, orgullosa, opiniones que imagina propias.


















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Generalizaciones como las del párrafo anterior son, lo sé, un poco groseras, pero ocurre que en mi cotidianeidad la omnipresencia de su bajada de línea editorial (en todos sus formatos y canales de repetición) me obliga al esfuerzo extra de intentar eludirla, lo que a veces toma ribetes de cruzada obsesiva.

Los titulares del diario Clarín, leídos en forma distraída al pasar por el kiosko rumbo al subte, proveerán desde temprano el leit motiv conversacional de muchísimas personas, a quienes se les reforzará la papilla con la entrega gratuita del matutino La Razón.
Y a esto puede sumársele una probable dosis del canal TN recibida al despertar cuando, prendida la tele para ver la temperatura, cumple en advertir sobre "lo que hay que saber" antes de salir de casa.

Sorteadas esas trampas, uno todavía puede ser tomado por asalto por las múltiples teles de los bares. Suena la música característica, las cabezas giran hacia arriba, interrumpimos nuestra importante o banal charla y voilà, nuestras prioridades en letra de molde: ¡todos con el Campo! ¡repudiemos el puro populismo del futbol para todos (que le sacó el negocio a nuestro TyC Sports)! ¡qué impresentable esta Cristina, nunca estuvo peor el país!, etc...
Conclusión fácilmente perceptible: " la gente" operando a favor de los intereses del Grupo, dándole quorum.

¿Veo demasiadas películas? ¿tengo poca fe en la inteligencia del individuo para repensar lo que le vomitan los medios?


They live (John Carpenter, 1988, USA), con aquellos lentes inolvidables que permitían decodificar el sentido oculto de los mensajes cotidianos del Establishment lo ilustra con perfección metafórica.











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La cosa no mejora cuando luego -momento de gran soledad- los compañeros/as de trabajo presuponen que uno vió "lo de ayer".
¿Y qué es "lo de ayer"?
Pues, generalmente, el programa de Tinelli - misterio insondable para mí: ¿cómo es posible soportar que nos griten antes de acostarnos? - y, ultimamente, Valientes, novela exitosísima que hasta mi esposa estuvo consumiendo en dosis homeopáticas.
Como sea, siempre "estamos en Casa": un slogan de Canal 13 que, visto a la luz de la permanente radiación a la que nos somete su Grupo Clarín, suena en verdad perverso.

(¿Mencioné que mi hijo tiene la colección de Olé y a veces le publican allí sus cartas velezanas?)

Compartamos la declaración de sus principios y valores sita en su Home Page:

"En un mundo cada vez más globalizado, nuestro compromiso como grupo de comunicaciones se resume en una premisa: servir a la gente todos los días. Asumiendo la función de informar, opinar y entretener con identidad, los valores que nos caracterizan"

¿Quién podría estar en desacuerdo con estas bellas palabras, tan asépticas como escondedoras de prácticas monopólicas?

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En fin, lo que leyeron hasta acá fue un prólogo para comentarles que yo también sucumbí a esos tentáculos.
Y la culpa la tuvo el Corto Maltés.




















Por una promo para comprar más barata la reedición de sus aventuras empecé a recibir la Eñe, revista cultural del Grupo.
Esta Eñe -¡qué aburrida es!- viene a suplir la anulación del suplemento de cultura gratuito que aparecía en el Clarín. Su competencia es la revista ADN, parte inescindible de la edición de los sábados del conservador diario La Nación que, por el solo hecho de no pagarse aparte, podría estar indicando un mayor compromiso por democratizar el acceso a la cultura ( -Risas aquí-)



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Por cierto, ubicar al Corto Maltés como cumbre de la historieta no es inexacto (a los fines del marketing) pero sí levemente anacrónico. Casi en simultáneo con los últimos periplos de la criatura de Hugo Pratt se editaba Watchmen de Moore/Gibbons, y del ´89 en adelante terminaría de conformarse, por ejemplo, ese increíble universo que Neil Gaiman delineó para su Sandman.



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Eso sí, por más placer que proporcione releer hoy al Corto bajo el formato de unos elegantes libritos que parecen colorizados artificialmente por Ted Turner, La Balada del Mar Salado siempre será quintaesencialmente blanco y negro. También en estos casos la memoria acude a la resistencia. Sépanlo.

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8 comentarios:

  1. No estás paranóico Pablo, yo veo lo mismo: ¡Todos están contra nosotros! jeje.
    A mí lo que me da más paranoia es que nadie dice nada, "la gente", claro... Y entiendo a Ruti, ¿cómo no va a mirar Valientes con tamaño elenco?. Yo a veces hago lo mismo!
    Creo que el Coronel Landa también está detrás de todo esto...

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  2. Por favor Pablot, concedenos un poco de descanso intelectual, una pequeña cholulez (o se dice cholulería?) que es casi como un narcótico a veces es necesario para lograr el sueñito nocturno...
    O acaso Valientes no puede ser equiparable a un Birdy Man de Herzog? Quién es más ridículo, eh? El personaje de la peli de Herzog o Arnaldo André en su papel de malo "LaureanoGomezAcuña"? Un poco de imaginación a la derecha...

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  3. Maré:

    a) No soy quien para conceder nada a nadie, cada uno es libre de hacer y ver lo que se le antoja. Lo que me enoja un poco es la uniformización del gusto tan digitada.

    b) Tampoco mencioné en ningún momento la palabra “cholulismo” pero entiendo tu punto, a mí últimamente se me da por – te parafraseo la palabra – narcotizarme con partidos de fútbol televisados a mansalva. (Pero no disfruto de los clichés discursivos de Araujo ni del populismo banal de Apo)

    c) ¡Se te mezclaron los freaks!
    El de Herzog es el Grizzli Man , Birdy era de Alan Parker.

    d) Otra corrección: finalizás diciendo “Un poco de imaginación a la derecha…”. Debiste decir: “Un poco de imaginación DE la derecha” (ji,ji,ji)

    e) Te quiero mucho.

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  4. Hola Pablo.

    La realidad la estan mostrando desde un ojo cargado de ambición e intereses muy fuertes. Casi te diria que existe un lenguaje "hegemónico" en la forma de comunicar.

    La mayoría de los grupos que manejan "la agenda" tienen canales de televisión, radios y letras de molde que "la gente" consume a diario. Ah, también empresas de cable, internet y hasta satelites. No hay escapatoria a esa información, de una u otra forma la consumis indirectamente aunque te propongas no hacerlo. Va, salvo que te vayas a una isla.

    Lo más triste es lo que llaman algunos analistas como "la censura en democracia": el no mostrar una parte de la realidad; tener la posibilidad de elegir QUE poner, y como contar.

    En fin, existen medios alternativos como este que planteas vos para conocer el cine arte, el alternativo y por suerte cada vez somos más los ciuadadanos que giran a estas tendencias.

    El futuro, la horizontalización de la información. En nuestro país es lenta, pero vamos en camino.

    Saludos.

    PD: A veces leo tu blog pero no comento. Eso es otra cosa, el lector pasivo de blogs.

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  5. Hola, Ignacio !
    Ante todo, gracias por escribir (activando el chip de "lector no pasivo")

    La andanada te informo-te entretengo-te marco el perímetro de la realidad, es una valla difícil de saltar.
    Celebro tu confianza en un futuro de mayor horizontalidad emisora y receptora. Soy menos optimista.

    Abrazo.

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  6. Quiero aprovechar este espacio para felicitar a Nuestro querido Coronel, Hans Landa, por su merecidísimo premio. Gracias a la Academia! De paso, ¿él no es de racing?

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  7. Sebastián:
    De la ceremonia sólo vi un fragmento logradísimo (y tuve suerte, porque parece que, como siempre, estuvo aburridísima):
    Steve Martin, luego de comentar que en Bastardos sin gloria Cristoph Waltz hacía de nazi en constante búsqueda de judíos, ubicó al actor con la mirada, extendió sus brazos hacia el populoso auditório, y en un gesto le señaló que en el Kodak Theatre esa noche había un montón.

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  8. Pablo, muy cierto todo lo que decís. Sin embargo yo lamentaría que me quitaran el canal Volver (Sino ¿dónde voy a ver "Amigovios" con mis hijas, único momento en que registran que existo?)

    ¿Y cómo vería Niní sin el canal 13? Todos sabemos que uno de los guionistas es el mejor del mundo (no necesito decir cuál, pero les doy una pista: es el que mejor conjuga los verbos “hubiera o hubiese, o habría”, y es implacable con los que se equivocan, eh? aunque sea en una conversación de bar. (Pero justamente por eso es tan encantador!)
    Asi, que bueno, mientras esté Niní, ¡yo quiero que el canal 13 siga produciendo!

    El problema es que tienen mucha parte de la torta. Sí, pero bueno, ¿desde cuándo en Argentina se distribuyó la riqueza de manera justa? Jamás. En todo caso el grupo Clarín sería uno más contra los que habría que batallar.

    Pero a mí lo que mas me molesta de Clarín, además de su estrategia monogámica, eh, digo, monopólica (me confundo porque todo lo que empieza con "mono" es algo malo como "monotemático”, o “monóxido de carbono”) es que son muuuuy antisemitas. Siempre se encargan de mostrar sólo el punto de vista de Hamas, ¡pero jamás el israelí! La nota grande dice “Brutal represión israelí”, y abajo, muuuuy chiquitito, camuflado en una propaganda de Garbarino, dice “Pero primero Hamas les había tirado 5 misiles”.

    Así que si le quitan algo de la torta a la Noble, (que no es muy noble), bien merecido lo tiene!

    Un abrazo
    Carla

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